El restaurante Occidental Nekoya y sus curiosos comensales

Donde la búsqueda y el deseo culmina en un restaurante de otro mundo, esta es la historia que nos narra Isekai Shokudou basada en la novela de Jumpei inuzuka, con una adaptación animada de 13 capítulos a cargo del estudio Silver Link, nos presenta el día a día del restaurante occidental Nekoya, el cual una vez a la semana en el día de Saturn abre sus puertas a comensales de otro mundo, uno fantástico donde los demonios, dragones elfos y aventureros se encuentran a la orden del día, iniciando con la presentación de la dualidad entre nuestro mundo y este fantástico lugar de donde provienen los clientes de Nekoya así como a sus personajes, un hombre heredero del restaurante de su abuelo a quien conoceremos como Master, y Aletta una chica demonio que contratará como mesera.

Siendo la primera vez que veía un anime cuya temática fuera la cocina no esperaba mucho cuando me lo recomendaron, pero para mi sorpresa fue una obra muy grata de degustar, independientemente de la historia, que de igual manera me llegaba a envolver, la calidez de cada plato, lo sofisticado de cada emplatado, y la sutileza de los colores me hacían agua la boca y en mi ardía un deseo de preparar y crear cada uno de los platos para experimentar los sabores y texturas que describían con tanto fervor los comensales.

Quisiera destacar la calidad de la animación y el recurso narrativo empleado cuando los clientes prueban por primera vez cada plato y que para el segundo bocado se aventuran a probar las salsas o acompañamientos con los que se sirve cada porción, que, aunque en ocasiones no son preparaciones exclusivas o de compleja realización se puede sentir el amor y la pasión que pone el autor en cada una de las recetas.

Como cocinero no soy un gran consumidor de este tipo de productos audiovisuales, pero agradezco a la persona que me lo recomendó por permitirme conocer Isekai Shokudou, lo recomiendo con el mismo amor con el que cada uno de los personajes disfruta sus platos favoritos, hasta llegar al punto de ser llamados de igual manera a esa receta, y por darme esa emoción semana a semana colmándome con ganas de cocinar y experimentar nuevos sabores.

Luis Carlos Reyes

Crítica Lagarth